LA Noire - (PS3, 360, PC)
Hace un tiempo Rockstar junto a Team Bondi sacó esta teórica joya, un juego que bebía directamente del mejor cine negro y que pretendía ponernos en la piel de un detective de esos que van por ahí investigando crímenes y deteniendo a gente. Un mundo abierto, interesantes casos, e interrogatorios muy trabajados. A pesar de que el juego fue un éxito tanto de público como de crítica, Team Bondi desapareció por problemas internos.
Nos prometieron el oro y el moro, ibamos a entrar de lleno en apasionantes investigaciones, en un impresionante mundo abierto, con mil millones de posibilidades a la hora de resolver crímenes. Aquello iba a ser lo nunca visto, y reconozco que a mi también me engatusaron, hasta tal punto que estuve a un segundo de cometer una locura económica y hacerme con él. Suerte tuve de ser pobre.
Antes de empezar con lo negativo hablaré de lo bueno que tiene que ofrecer este juego, porque evidentemente si todo fuera malo no habría llegado a donde llegó. Tiene una gran ambientación sublime, y la recreación de los rostros de los personajes es absolutamente increible. Lo mejor que he visto nunca en un videojuego. Además, la idea del juego es muy buena, lo que falla en lo más importante, la ejecución del concepto de juego.
Empezamos por el defecto más importante a mi parecer, LA noire es un juego limitado como el que más. Es un sandbox sobre raíles, dos conceptos muy dispares dentro del mundo de los videojuegos. Esto quiere decir que nos podemos mover con total libertad por la ciudad, pero que la acción se desarrolla de forma lineal, es decir, a la hora de la verdad moverse libremente por la ciudad sirve para... Observarla y para ir del punto A al punto B, y es una lástima, porque en un juego de estas características un mejor uso del concepto de sandbox lo habría dotado de una riqueza jugable muy a tener en cuenta.
Este es el mayor de los males de LA noire, pero desgraciadamente la cosa no se queda ahí. La jugabilidad es repetitiva. Los diferentes crimenes y las diferentes circunstancias en las que se dan no aportan la suficiente frescura como para ofrecer novedades al jugador. La cosa funciona así, hay un crimen, llegamos empezamos a buscar pruebas por la zona del crimen (básicamente le damos a la X o a la A, según la consola que tengamos) y vemos cosas, a veces útiles a veces no.
El personaje saca conclusiones por nosotros mismos, ese es el otro gran error ¿no habría sido una muy buena idea que quienes tuvieramos que atar cabos fueramos nosotros mismos? Sea como sea, la jugabilidad vuelve a mostrarse rígida, ir del punto A al punto B. Recogemos todas las pruebas que podamos, y entonces es hora de hablar con algún testigo/sospechoso. Vayamos directos a otro de los grandes defectos de este juego.
Y son a los interrogatorios. Se vendieron como la parte más interesante de todo el conjunto jugable, combinados con las excelentes recreaciones faciales, nosotros en teoria ibamos a tener que buscar que había de cierto o de falso en lo que los personajes nos decían. El primer error es que importa poco la expresión del personaje, porque todos ponen caras distintas y a veces lo que dicen es verdad y otras veces no, pero el juego no parece seguir ninguna clase de lógica.
Después, no solo jugamos contra la falta de lógica, si no que además, si pensamos que un personaje miente, y así se lo indicamos a nuestro detective, este no tiene una reacción normal, en la que simplemente se dedica a decir que no se cree lo que le cuentan, eso sería demasiado realista... ¡Mejor hagamos que acuse indiscriminadamente a cualquiera! Resulta irrisorio, a la par que absurdo.
Al final el mayor problema de LA noire es uno muy común, y es que mucho ruido, pero pocas nueces. Sinceramente, me parece mucho más interesante, divertido y emocionante la saga del abogado Phoenix Wright, que ofrece un concepto de juego parecido (buscar pistas, y demostrar si la gente miente o dice la verdad) con una jugabilidad mucho más directa y con el buen hacer que suelen tener los japoneses para crear emociones con sus juegos.
Definitivamente LA noire no es más que un ejemplo de que a veces la crítica decide endiosar productos sin ninguna clase de espiritu crítico. Otro ejemplo más de juegos que prometian mucho y no pasaron de ahí, pero que a pesar de todo gozaron de un gran éxito. Algo similar se puede decir de la saga Fable. Aún así si os gusta la ambientación y el tema de investigar, podeis pasar un rato entretenido, aunque yo lo dejé en el cuarto caso, se me hizo tedioso.
